
Antoni integrante del equipo 16, el principe de los matorrales (el rey es Adri).
Antoni como buen perico, es constante y no desfallece, igual te hace un maratón que es capaz de acabar una Oncotrail después de agredir con la cabeza una especie autóctona del Baix Empordà en su primer tramo.
Eso si toca vigilar, si te pilla en la montaña, huye de los matorrales.
Estas son sus impresiones de la Onco 2019:

Diecinueve horas andando,
Diecinueve horas corriendo,
Diecinueve horas siendo ayudado,
Diecinueve horas ayudando,
Diecinueve horas conviviendo,
Diecinueve horas conociéndoos,
Diecinueve horas conociéndome,
Diecinueve horas compartiendo,
Diecinueve horas riendo mucho,
Diecinueve horas sufriendo,
Diecinueve horas disfrutando,
Diecinueve horas estallando de alegría.
No sé si sé expresar el que sentí a la Oncotrail, desde el momento de apuntarme, en cuánto la Roser lo propuso, un año antes, sin experiencia al correr por montaña, con el Vesinuu Adrià Palomar iniciándome en las carreras matorraleres, je je. para ir preparándome.
Los nervios del día antes, el encuentro en el hotel, la cena en la pizzería…
Diecinueve horas estallando de alegría
Y, una vez puestos en marcha, mil anécdotas, desde el que se dejaba el dorsal, hasta el torpe asfalteru (ejem, ejem) que no sabe que los árboles tienen ramas, y tienes que tener cuidado con los púas, pero también con la cabeza, que descubres que hay pericos escondidos en todas partes, incluso miembros del SAMU, que te hacen la cura y quieren hacer-sé una foto con el equipo.
En fin no quiero alargarlo más, cuando se puedan hacer, repetimos, ya estoy apuntado, con muchas ganas de reencontrarnos y reír juntos… Ahhh y amenazo de llevar la tortilla de patatas al próximo entrenamiento.

Antoni Nebreda.
Equip 16.