Este es un artículo muy personal, de aquellos que ahora se denominan de autor. No va a tratar sobre consejos de entrenamiento, sino que pretende hacer un resumen de experiencias, vivencias y sentimientos como consecuencia de alcanzar juntos la centena de artículos. Y digo juntos porque se que sois unos cuantos los que me leéis habitualmente estos artículos.
Todo empezó en una reunión de los miembros de la junta con la aparición de la página web de la penya.
Teníamos claro que se le debía de dotar de contenido para que tuviéramos tráfico en ella y que todo el trabajo que Isma realizó de diseño y creación no quedara en saco roto. Esto además de que tenía que ser una herramienta que nos ayudara en la gestión de la entidad que había alcanzado un número de socios ya remarcable.
A mí, que me van estas cosas de escribir y que me apasiona el mundo del atletismo de carrera, se me ocurrió ofrecerme voluntario para escribir artículos sobre consejos y teoría del entrenamiento de la carrera a pie focalizado en el corredor popular. Pero no solamente popular, sino que veterano y de resistencia que tiene sus particularidades y que en definitiva es el gran grupo de miembros de la Penya Runners Espanyol.
Volviendo a la reunión de junta y a la propuesta, la idea gustó y ya tenía el “encargo” aceptado. En esa misma reunión se produjeron dos hechos que aún recuerdo. El primero fue que propuse escribir un artículo semanal y los compañeros de junta me dijeron que no era una obligación, que con uno cada quince días era suficiente y que no me autoexigiera tanto. El segundo fue mucho más desafiante: uno de los compañeros de junta dijo que eso de escribir estaba muy bien, que al principio se cogía con mucha ilusión, pero que después se iba perdiendo la motivación para finalmente dejar de actualizar o escribir en la web. Recuerdo mi contestación: “tengo rollo para por lo menos sesenta o setenta artículos” y pensé: “este no me conoce”.
Ahora llegado este momento puedo decir que no solamente no me conocía, sino que tampoco yo me conocía a mí mismo. Pensaba que podía alcanzar esos sesenta o setenta artículos, pero que a partir de ahí ya estaría todo dicho. La realidad está siendo diferente; hemos alcanzado los 100 artículos y todo eso gracias, entre otras cosas, a muchos de vosotros que me animáis a seguir escribiendo, me preguntáis que para cuando el libro y lo más importante hacéis preguntas sobre los aspectos del entrenamiento. De verdad, no os podéis imaginar el chute de autoestima que esto supone. Gracias a todos por vuestro soporte.
Puestos a dar la gracias, tengo que dárselas a todos mis compañeros de junta que como dijo Victor, me permiten tener una tribuna de expresión en exclusiva (cosa que no es cierta porque está abierta a todo aquel que quiera expresarse sobre entrenamientos) y también a mi mujer que me permite ir a “la cueva” (el ordenador) para recluirme y dedicar un promedio de dos horas en la confección de cada artículo, aunque también los he redactado en hoteles, trenes y aviones en mis desplazamientos profesionales. Es curioso ver a alguien en un avión volviendo de Galicia a las once de la noche tecleando durante todo el vuelo, mientras que el resto del pasaje o duerme o ve películas u oye música. La verdad es que me lo paso muy bien.
Pero no solamente han sido la satisfacción de escribir, sino que como consecuencia es estos ha surgido una segunda actividad tan gratificante como la primera y que es la de poder entrenar a seis compañeros de forma continuada, ampliando así los lazos de unión en la Penya y la comprobación práctica de que todo lo que se escribe tiene su utilidad ya no solo en la consecución de los objetivos deportivos, sino que además para alcanzar un bienestar superior en el día a día. Gracias Pablo, Gonçal, Marc, Isma, Alfonso y Jordi por la confianza. Sabéis que sois mis “víctimas” como os conocen en mi casa y que tenéis que aguantar mis rollos en más de una ocasión.
Este escrito suena a despedida. No lo es en absoluto. Si bien pienso que los fundamentos están puestos y que con los artículos publicados hasta ahora se puede alcanzar una idea bastante general del arte del entrenamiento, todavía quedan aspectos a debatir. Correr sabemos todos, pero todavía están calados a fuego muchos paradigmas incorrectos en la forma de entrenar. La prudencia, especialmente en atletas populares veteranos tiene que imperar. No solo porque a medio largo plazo está demostrado que proporciona los mejores resultados deportivos, sino porque cuerpo tenemos solo uno y lo debemos cuidar.
A veces me pregunto si no me estoy metiendo en un jardín al que nadie me ha llamado, pero finalmente pienso que se puedo aportar mi grano de arena a que tan solo un corredor deje de hacer las locuras de entrenamientos que ves en Strava y en la RRSS, ya vale la pena dedicar parte del tiempo a esta labor. La carrera a pie es un deporte muy agresivo y por tanto se tiene que practicar con prudencia y conocimiento de lo que significa, todo ello con el objetivo de seguir corriendo durante muchos años y que, si se deja de practicar, lo sea porque hemos encontrado una nueva actividad que nos llena más y no porque nuestro cuerpo ha dicho basta prematuramente por un excesivo desgaste a edades tempranas. Esto no significa que no haya un esfuerzo y una disciplina entrenando, pero de ahí al machaque hay una gran distancia.
Tengo que reconocer que tengo una deuda con el colectivo femenino de la penya. Cada día se conocen más particularidades de la mujer y el entrenamiento en la carrera de fondo. Características físicas y hormonales (menstruación, embarazo, menopausia, píldoras anticonceptivas etc.) hacen que, si bien los aspectos generales de entrenamiento de la mujer corredora son los mimos que las del homólogo masculino, también es cierto que cada día salen resultados de nuevos estudios focalizados en mujeres que aportan datos e informaciones muy interesantes de cara al entrenamiento en mujeres. Todo esto no ha hecho más que empezar, pero he de confesar que no me atrevo a escribir nada relacionado con este aspecto por falta de conocimientos específicos y por prudencia al respecto.
El contenido de estos artículos ha pretendido ser siempre serio y basado en el conocimiento científico y en los muchos años de práctica de este deporte en la que he podido compartir horas de entrenamiento y competición con muchos compañeros y entrenadores. Esto me ha permitido la libertad de incluir en alguna ocasión algún comentario que ha generado comentarios tales como “es como si te metieras en mi cabeza y supieras lo que pienso” o “justamente te iba a preguntar por eso” a lo que contesto que no nos podemos olvidar que yo también soy corredor y que errores y lesiones he tenido muchísimas en mi trayectoria deportiva como para aprender de estos.
Si tuviera que resumir brevemente lo expuesto hasta ahora, si el lector tuviera que llevarse un mensaje a casa de los cien artículos escritos hasta ahora es que, con un día de entrenamiento intenso (segundo umbral) a la semana, tres de rodaje muy lento y cómodo y dos o tres días de fuerza es suficiente para tener continuidad sin lesión y mejorar el rendimiento deportivo.
Evidentemente hay muchos matices, pero esa es la esencia.
El futuro de estos artículos continuará ligado a este objetivo de proporcionar información y consejos para que gocemos de este fantástico deporte, siempre en la línea de la prudencia e intentando que sean sencillos, al alcance de la comprensión de cualquier lector y con pequeñas pinceladas de fisiología que entiendo que son interesantes de conocer para entender el porque de esos consejos de entrenamiento.
Ideas para futuros proyectos están ahí y que prefiero no desvelar ahora de forma pública por estar en un estadio temprano todavía.
Gracias por vuestra confianza y os espero en el artículo 101.
Gracias por tu esfuerzo, me ha servido de mucha ayuda